Inspirándose en los sonidos africanos, Rafa Pabön traspasa los límites urbanos

Una noche de finales de octubre del año pasado en Puerto Rico, Rafa Pabón sintió la repentina necesidad de crear una nueva canción.

Alrededor de la medianoche, el cantautor de 27 años terminó los ensayos con su banda. Todos los demás estaban listos para dar por terminado el día, pero Pabön convenció a varios co-conspiradores, entre ellos la aclamada vocalista cubana Daymé Arocena y el productor de reguetón de primer nivel, Sr. NaisGai, para volver a reunirse en el estudio de su casa. Allí comenzó a improvisar una línea vocal a un ágil ritmo de Afrobeats.

“Rara vez entro a mi estudio en mitad de la noche”, recuerda Pabön durante una breve estancia en Miami para un espectáculo y sesiones de grabación. “Pero mi guitarrista aceptó a regañadientes unirse a nosotros, y la palabra ‘aiwo’ apareció en mi mente de la nada. Continué cantando, luchando por agregar otra sección a la canción, cuando Daymé me dijo que parara. “Tienes tu coro, Rafa”, dijo. ‘La música ya está ahí’”.

Unas semanas más tarde, Pabön viajó a Uganda y trajo una cámara. Con el demo de “Aiwo” todavía en mente, reclutó al grupo de baile local Ghetto Kids para un video musical que conecta los puntos entre la música afro y la herencia puertorriqueña hispanohablante de Pabön.

Lanzado en febrero con números moderados de streaming pero rotundo éxito de crítica, “Aiwo” reafirmó a Pabön como uno de los artistas más radicales y originales que trabajan en la música latina hoy en día: un compositor con mentalidad global que genera combinaciones esotéricas de estilos mientras se mantiene fiel al espíritu pop de la época. Resulta que “Aiwo” también se convirtió en el trampolín para el siguiente álbum de Pabön, un proyecto épico en ciernes inspirado en la música africana.

Rafa Pabön posando con niños de un pueblo africano delante de una bandera puertorriqueña.

(Cortesía de Rafa Pabón)

“Aiwo” brilla con tanta fuerza como un estilo urbano cautivador éxito y una joya artística. Su espaciosa línea de bajo, coros afro y sutiles efectos melódicos se complementan con el rap de Pabön. Distorsiona los acentos de las palabras en español, rompiendo sílabas para generar enérgicos efectos de percusión. ¿Y de qué trata la letra? En pleno modo top 10, habla con entusiasmo de haber conocido a una mujer como ninguna otra, de querer contemplar cada amanecer con ella.

“No lo hago a propósito, pero entiendo cómo funciona el negocio de la música”, dijo. “Aprendí a ser un híbrido. Puedo hacer música de fiesta porque soy joven; me gusta salir, divertirme y emborracharme. Pero también me eduqué y crecí con la noción de que mi existencia tiene un propósito, una responsabilidad”.

“La visión musical de Rafa es increíblemente abierta”, afirma Daymé Arocena, cuyo reciente disco “Alkemi” incluye un dueto con Pabön y ya es candidato a mejor álbum latino de 2024. “Conozco artistas que tienen miedo de seguir a su propia musa. Rafa nunca tiene miedo de esto: es honesto acerca de sus sentimientos. En este momento se encuentra inmerso en un viaje a la esencia de sus propias raíces. Esta conexión con la tierra –el epicentro, Negritude– añade un color diferente a su música”.

Los mayores éxitos de Pabön hasta la fecha han sido colaboraciones de alto perfil con artistas de reggaetón. 2019 fue el año en que la gente empezó a reconocer su nombre. Se ve afable y carismático en las imágenes de “Jangueo”, una canción con Alex Rose que tiene más de 350 millones de reproducciones en Spotify. En ese momento participó en un remix de “La Mentira” de Brytiago con Myke Towers, Sech y otras estrellas urbanas.

Artísticamente, sin embargo, llamó la atención de los creadores de tendencias en 2023 con “Galería” –su tercer álbum–, un extenso mosaico afrocaribeño de ambición monumental. La aristocrática lista de invitados abarca desde el ex cantante de Los Van Van, Mario “Mayito” Rivera, hasta la estrella urbana Rauw Alejandro y la diosa neoflamenca Buika. Aún así, el aspecto más impresionante del álbum es el alma cosmopolita de su creador. Zigzaguea con gracia desde el himno de amor del reggae “Manifestación de Amor”, con la banda boricua Gomba Jahbari, hasta la bossa “Besos de Invierno”. La última canción del álbum, “Rosa”, es un merengue tradicional que Pabön transformó en un experimento psicodélico con la adición de sitar indio.

“Me propongo disfrutar haciendo cada canción”, dice cuando se le pregunta sobre su propensión a la experimentación imprudente. Con ‘Rosa’ quise crear un merengue que remitiera a la esencia del [Dominican master] Juan Luis Guerra, pero necesitaba un elemento adicional que lo separara completamente de la norma. Hice mucha música rara. Pueden convertirse en éxitos mundiales, o tal vez la gente los odie, pero el proceso de curación se basa en un profundo respeto por todos los formatos musicales”.

Cualquiera que esté un poco familiarizado con la música latina le dirá cuán rígidos y conservadores tienden a ser sus parámetros estéticos. Se traza una línea imaginaria para garantizar que los creadores de éxitos comerciales –en su mayoría artistas jóvenes del campo del reguetón, el pop y la música mexicana– se mantengan alejados de las creaciones poéticas de íconos como Rubén Blades y Jorge Drexler. La música de Pabön opera en un universo completamente diferente, donde tales distinciones se consideran una pérdida de tiempo.

“La música de Rafa simplemente desafía la categorización”, dice Buika, quien añadió su voz ahumada a “Ay Amor”, una combinación sutil pero visceral de flamenco y reggaetón. “Creó su propio género, que abarca muchas culturas y sonidos diferentes. Rafa es un artista universal y un joven muy valiente: el tipo de persona por la que vale la pena luchar”.

“No hay dicotomías en su mundo”, dijo Arocena. “El ambiente urbano es natural para él, pero también lo son las composiciones poéticas. Dentro de tu cabeza no hay conflicto entre los dos mundos. Rafa apareció en mi vida para darme una lección: derribó mi idea preconcebida de que un artista urbano debe ser superficial y alejado de sus raíces”.

“Crecí escuchando a Calle 13, Don Omar y Tego Calderón, pero también a artistas como [nueva trova legend] Silvio Rodríguez, Víctor Jara y Los Van Van”, explica Pabön. “Mis padres escuchaban mucha timba cubana cuando yo era niño. Me niego a etiquetar mi propio sonido. Digamos que soy un artista. Mañana puedo grabar una canción regional mexicana y al día siguiente puede ser una trova. – siempre y cuando me despierte con ganas de tocar trova”.

Ahora, la experiencia “Aiwo” se ha convertido en un álbum que lo llevará a viajar por África y explorar sus raíces musicales. Este mes volará a Nigeria, y sus próximas escalas serán Ghana y Camerún. Pabön planea lanzar el nuevo proyecto – junto con un documental – el próximo año.

“África es de donde venimos todos”, dice. “Quiero profundizar y mostrarle a la gente que la música no tiene por qué ser mecánica. No se trata sólo de triunfar con un sencillo viral. También podemos hacer arte sólo por el placer de crearlo. Más que un proyecto musical, esto es ahora para mí un proyecto de vida”.

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