Zara Tindall, la única hija de Ana, la Princesa Real, se está tomando en serio el reciente problema de salud de su madre.

La princesa Ana fue hospitalizada el 24 de junio después de sufrir una conmoción cerebral relacionada con un incidente con un caballo en la finca de Gatcombe Park, en el suroeste de Inglaterra. Según los informes, sufrió amnesia y no recuerda las circunstancias que rodearon su lesión.

“Esto es exactamente lo que Zara ha temido que sucediera durante años, pero su madre no ha tenido la oportunidad de frenar mientras todos los demás se desmoronan”, dijo una fuente. ¡Bien Revista!.

El susto se produce cuando Ana ha asumido más deberes reales para ayudar a su hermano, el rey Carlos III, durante su tratamiento contra el cáncer, y para llenar los vacíos dejados por la princesa Catalina mientras se ausenta de sus deberes públicos mientras se somete a quimioterapia. Ana ha sido considerada durante mucho tiempo como el miembro más trabajador de la familia real, desempeñando regularmente más de 500 deberes oficiales. compromisos cada año.

“Esto realmente ha sacudido a Zara hasta lo más profundo y espera desesperadamente que este recuerdo sea temporal”, dijo la fuente a OK!. “Esta fue una gran llamada de atención para todos los miembros de la familia y están legítimamente angustiados”.

Ana fue dada de alta del hospital el 28 de junio y se espera que se recupere por completo, pero los detalles sobre cuándo regresará a sus deberes reales no están claros.

“Estamos profundamente agradecidos al personal médico y al personal de apoyo del hospital por su atención experta, y a los servicios de emergencia que fueron tan maravillosos en el lugar”, dijo el esposo de Anne, el vicealmirante Sir Timothy Laurence, a través de la bestia diaria. “Ambos estamos profundamente conmovidos por todos los amables mensajes que hemos recibido de tantas personas cercanas y lejanas. Significa mucho.”

El biógrafo real Christopher Anderson describió previamente el incidente a Bestia diaria como “nada nuevo para Anne”, quien monta a caballo desde que era niña y compitió en pruebas ecuestres en los Juegos Olímpicos de 1976.

Ella “sufrió todo tipo de lesiones en el proceso”, dijo Anderson. “Todo tipo de hematomas, fracturas, esguinces, dislocaciones y conmociones cerebrales vienen con el territorio”.

Fuente