El telescopio espacial Hubble de la NASA descubre muchos agujeros negros en el universo temprano

Un equipo de investigación internacional, dirigido por científicos del Departamento de Astronomía de la Universidad de Estocolmo, ha descubierto más agujeros negros en el universo temprano de los registrados anteriormente. Utilizando el Telescopio Espacial Hubble de la NASA, el equipo descubrió agujeros negros entre galaxias débiles que se formaron poco después del Big Bang. Los hallazgos podrían ayudar a los científicos a comprender cómo se forman los agujeros negros supermasivos y su papel en la evolución de las galaxias. Los datos del Hubble se recopilaron a partir de años de observaciones en la región del Campo Ultra Profundo.

Agujeros negros supermasivos descubiertos en galaxias distantes

Uno de sus principales descubrimientos fue la existencia de agujeros negros supermasivos en los centros de algunas galaxias que se formaron menos de mil millones de años después del Big Bang. Este agujero negro tiene una masa equivalente a miles de millones de soles, mucho mayor de lo que los científicos predijeron inicialmente.

Alice Young, estudiante de doctorado en la Universidad de Estocolmo y coautora del libro. Estudiar publicado en The Astrophysical Journal Letters, señala que estos agujeros negros se formaron como objetos muy masivos o de rápido crecimiento en el universo primitivo.

Observando agujeros negros a través de variaciones de brillo

El equipo de investigación volvió a fotografiar la misma región durante varios años utilizando el Hubble, lo que les permitió medir cambios en el brillo de la galaxia. Estos cambios son una señal de que el agujero negro parpadea mientras traga material en ráfagas. Matthew Hayes, autor principal y profesor de la Universidad de Estocolmo, explicó que estos hallazgos ayudan a mejorar los modelos de cómo los agujeros negros y las galaxias crecen e interactúan con el tiempo.

Implicaciones para comprender la formación de galaxias

Esta investigación muestra que los agujeros negros probablemente se formaron a partir del colapso de estrellas masivas en los primeros mil millones de años del universo. Estos hallazgos proporcionan una imagen más clara de la evolución de los agujeros negros y las galaxias, que ahora puede comprenderse mejor mediante modelos científicos más precisos.

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