El Arsenal dominó al Leicester en todos lados, excepto en el marcador.

Este no fue un partido que el portero del Leicester City, Mads Hermansen, mereciera perder. Pero aun así era un partido que el Arsenal merecía ganar.

“Al final, la suerte estuvo de nuestro lado”, dijo Leandro Trossard en la página web del club después del partido. Hay algo de verdad en eso. Mientras el Arsenal buscaba una manera de superar al destacado Hermansen, Wilfred Ndidi del Leicester desvió una volea lateral de Trossard que cruzó la portería. El gol de Kai Havertz que selló esta victoria por 4-2 llegó cuando James Justin se deslizó para despejar el balón contra la bota del internacional alemán.

Pero el Arsenal teniendo un poco de suerte en los últimos estertores no cuenta la historia completa del partido. También hubo un elemento de fortuna en la forma en que Leicester remontó un 2-0 en contra para empatar. Primero, el cabezazo de Justin se desvió en Havertz antes de pasar más allá de David Raya hacia la red. Luego, Justin ejecutó una magnífica volea que dejó a Raya sin posibilidades: si le presentaras al lateral 100 oportunidades más para golpear esa pelota flotante, es posible que no volviera a hacer un contacto tan limpio.

Ambos equipos tuvieron momentos en los que la fortuna los favoreció de cara a la portería, pero el Arsenal generó muchísimos más de esos momentos, y fue sólo la brillantez de Hermansen lo que los mantuvo a raya. El portero de 24 años disputó el partido de su vida y aun así encajó cuatro goles.

Los números son bastante importantes. Según Opta, el Arsenal realizó 36 tiros en este partido, la mayor cantidad registrada desde 2003-04 en un partido de la Premier League. Hicieron 16 tiros a portería, de nuevo su cifra más alta registrada desde la temporada de ‘Invincibles’. Hermansen hizo 13 salvamentos, la mayor cantidad en un partido de la Premier League desde la actuación de David de Gea en el mismo estadio en diciembre de 2017. Fue una paliza.

El Arsenal terminó el partido con una expectativa de goles (xG) de 4,12 frente a 0,27 del Leicester. Tuvieron el 75 por ciento de posesión y 17 saques de esquina. Lo más extraordinario de este partido es que el Arsenal necesitaba un ganador en el último suspiro.

El inicio de temporada del Arsenal ha sido agotador. Sus primeros cinco partidos incluyeron viajes a Aston Villa, Tottenham Hotspur y Manchester City. Esta siempre iba a ser una tarea diferente: ellos tenían la responsabilidad de llevar el juego a Leicester y romper un bloqueo profundo. Es más, tuvieron que hacerlo sin Martin Odegaard, su capitán y creador de juego en jefe.


Martinelli puso fin a una sequía de goles contra Leicester (Stuart MacFarlane/Arsenal FC vía Getty Images)

“Tenemos que adaptarnos a eso”, dijo Mikel Arteta antes del partido sobre cómo afrontar la ausencia del centrocampista noruego. “La influencia que tuvo Martin en nuestra fase de ataque es enorme y no podemos cuestionarlo. Cuando miras cada métrica, la forma en que planificamos los juegos, el tipo de cosas que tenemos que intentar para llevarlo a los espacios donde puede ser muy peligroso para el oponente, es clave: siempre está en relación con él.

“No lo tenemos, así que tenemos que adaptarnos. Tenemos que adaptar nuestra forma de jugar y buscar otras formas de hacerlo que sean muy eficientes. Será diferente, no será lo mismo, será diferente pero, con suerte, también muy eficiente”.

Ante la ausencia de Odegaard, el Arsenal se adaptó. Aprovecharon los momentos de transición para pasar al ataque cuando había más espacio disponible. Su primer gol fue un ejemplo de ello: hubo sólo 13,5 segundos entre que Riccardo Calafiori recuperara la posesión en la línea media y Gabriel Martinelli anotara.

Havertz y Trossard dieron un giro moderno a la clásica asociación de ataque pequeño y grande, y el Arsenal puso un gran énfasis en las rotaciones y el juego posicional. Cuando necesitaban una chispa para ayudar en su impulso final, Ethan Nwaneri, de 17 años, realizó un cameo de tal brillantez que sugirió que podría ser el reemplazo más natural de Odegaard en el equipo.


Trossard celebra su último gol (Julian Finney/Getty Images)

Arteta estará encantado de cómo su equipo afrontó el desafío. “Estoy muy satisfecho con el desempeño”, dijo después del partido. “La forma en que jugamos, las oportunidades que creamos, cómo dominamos el juego y después del 2-0, el resultado debería haber sido mucho mayor.

“Pero esto es la Premier League, la calidad del rival, la calidad del Leicester, marcaron dos goles y estoy aún más feliz de cómo manejamos esa situación después. Fue emocionalmente magnífico, con control, muy claro en lo que tenemos que hacer, lo consistentes que tenemos que ser para atacar los espacios y seguir haciendo muchas de las cosas que ya estábamos haciendo. Merecíamos plenamente ganar el partido”.

Se habló mucho de las tácticas del Arsenal la semana pasada en el Etihad, pero en este partido mostraron una cara diferente. Les servirá bien esta temporada. Se enfrentarán a más partidos como este que la acción de la retaguardia en Manchester. Y esta vez fue el Arsenal quien se benefició de un gol en el tiempo de descuento.

Incluso sin Odegaard, el Arsenal realizó una de sus actuaciones de ataque más devastadoras. Que terminara en empate habría sido una farsa.

(Foto superior: Shaun Botterill/Getty Images)



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