Presidente mexicano utiliza sentencia contra exsecretario de seguridad para cuestionar a la oposición

Este jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respaldó la sentencia de más de 38 años de prisión contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, por recibir sobornos millonarios provenientes del narcotráfico y aprovechó para cuestionar a su exjefe, el expresidente Felipe Calderón. .

Sheinbaum afirmó que la decisión anterior contra García Luna “no es menor” y aseguró que el caso “habla de la decadencia, la degradación” del sexenio de Calderón, quien gobernó México entre 2006-2012 con el apoyo del conservador. Partido de Acción Nacional (PAN).

García Luna fue declarado culpable por un jurado en Nueva York a mediados de 2023 de aceptar millones de dólares en sobornos para proteger al Cártel de Sinaloa contra el que supuestamente luchaba y de proporcionar información sobre cárteles rivales que permitían el libre movimiento de enormes cantidades de drogas. La sentencia se dictó más de un año después.

Durante su conferencia mañanera, la presidenta criticó duramente el comunicado que emitió Calderón luego de anunciada la sentencia y afirmó que fue un “cinismo terrible” de su parte expresar que nunca tuvo “pruebas comprobables” sobre las actividades ilícitas de su Secretario de Seguridad Pública. . .

“Ahora resulta que durante seis años no se dio cuenta de esto”, comentó irónicamente Sheinbaum y destacó que el exgobernador colocó a “un narco al frente de esta política de seguridad”.

“El pueblo de México no puede olvidar lo ocurrido durante este sexenio”, dijo el presidente al cuestionar la política de seguridad que siguió Calderón de combate frontal contra las organizaciones criminales —que dejó cientos de muertos, desaparecidos y denuncias de violaciones a los derechos humanos—. y descartó que su gobierno retome la “guerra contra las drogas”.

García Luna, de 56 años, dirigió la policía federal mexicana antes de encabezar una secretaría de gabinete, siendo el funcionario de seguridad de más alto rango en México entre 2006 y 2012. En ese momento, Estados Unidos lo elogió, llamándolo su aliado en la lucha contra las drogas. tráfico.

El juez federal Brian Cogan señaló que no le conmovió el reconocimiento que recibió García Luna por su labor. “Esa era su tapadera”, le dijo el juez al exempleado antes de imponerle la sentencia. “Usted es culpable de estos crímenes, señor. “No puedes alardear de esas palabras y decir: ‘Soy el policía del año'”.

En conferencia de prensa, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo el jueves que tras el caso García “nosotros y la presidenta Sheinbaum estamos alineados en lo que hay que hacer: asegurar que los funcionarios no sean corruptos”, llevar a cabo un “auténtico intercambio” de información y “ser claro” en la colaboración en temas de seguridad, una de las prioridades de ambos países.

Entre los temas bilaterales pendientes de seguridad está la extradición de dos líderes de Los Zetas, uno de los grupos más violentos del país. Miguel Treviño Morales y su hermano Omar Treviño Morales, apodados Z-40 y Z-42, llevan una década encarcelados en México y han sido acusados ​​por fiscales estadounidenses de controlar desde prisión al sanguinario Cártel del Noreste.

El diplomático no profundizó sobre el tema de los problemas en las cárceles mexicanas que permitieron esta actividad criminal ni respondió a la pregunta de si el gobierno mexicano tomó alguna medida para prevenir esta situación. Se limitó a indicar que las autoridades mexicanas ya conocían desde hacía mucho tiempo todo lo contenido en la acusación contra los hermanos Treviño Morales.

Claudia Sheinbaum tampoco mencionó este aspecto, lo que plantea un interrogante a las autoridades federales.

Sin embargo, ambos coincidieron en que lo que impidió la extradición fueron los jueces.

“¿Quién los protegió para que no pudieran ser extraditados? El Poder Judicial”, afirmó Sheinbaum, al poner este caso como ejemplo de lo necesaria que era la reforma del poder judicial, que entró en vigor hace un mes, a pesar de las numerosas críticas que despertó por temor a politizar la justicia.

El embajador estadounidense también criticó la actuación de los jueces en el caso Z-40 y Z-42 y la puso como ejemplo de cómo era necesario corregir este tipo de problemas, pero no de la forma en que se ha hecho. Estados Unidos ha sido muy crítico con los cambios constitucionales para que los jueces sean elegidos por voto popular y el propio Salazar dijo en agosto que esta reforma podría poner en riesgo la democracia mexicana.

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