Un estudio sobre monos revela la ciencia detrás de las “náuseas bajo presión”

Un estudio reciente reveló por qué los humanos y los monos luchan por desempeñarse bajo presión cuando están en juego altas recompensas. Los investigadores descubrieron que el estrés afecta las señales cerebrales importantes para el movimiento, lo que lleva a un rendimiento deficiente. En esta investigación participaron tres monos que completaron tareas para obtener agua como recompensa. Cuando la recompensa era moderada, los monos sobresalían. Sin embargo, cuando se enfrentaron al potencial de un gran premio mayor, su rendimiento cayó drásticamente. Estos hallazgos son consistentes con experiencias observadas en entornos de alto riesgo, como deportes o competencias de artes escénicas.

Comprender la preparación motora

Investigación publicada en diario Neurons puso a prueba la velocidad y precisión de los monos cuando alcanzaban objetivos en la pantalla. El mono tuvo que esperar una señal que le indicara cuándo alcanzarlo, con diferentes colores de señal correspondientes a diferentes tamaños de recompensa. Antes de que se llevaran a cabo pruebas formales, los científicos confirmaron que los monos podían identificar la recompensa mayor con una precisión casi perfecta.

Durante los ensayos, los investigadores monitorearon cientos de neuronas en el cerebro de los monos usando electrodos implantados, centrándose en áreas involucradas en la “preparación motora”. Específicamente, los monos obtuvieron peores resultados cuando la recompensa era demasiado pequeña o demasiado grande. Adam Smoulder, estudiante de doctorado en la Universidad Carnegie Mellon y autor principal del estudio, señaló que los monos parecían demasiado cautelosos cuando había una gran recompensa presente, lo que obstaculizaba su velocidad.

Implicaciones para el comportamiento humano

El estudio muestra que el tamaño de la recompensa influye en si el cerebro alcanza la “zona óptima” para la preparación motora, donde se maximiza el rendimiento. Cuando las recompensas superan este punto óptimo, el rendimiento disminuye. El coautor principal Steven Chase, profesor de ingeniería biomédica en Carnegie Mellon, enfatizó la importancia de los hallazgos para comprender el comportamiento humano, particularmente en contextos como la adicción y el trastorno obsesivo-compulsivo.

Los investigadores se propusieron identificar formas de facilitar estos patrones neuronales óptimos para mejorar el rendimiento bajo estrés. Christopher Mesagno, profesor titular de la Universidad Victoria, resaltado Aunque esta investigación proporciona información sobre las vías neuronales, investigaciones futuras podrían explorar más a fondo el impacto de la ansiedad social en los humanos.

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