Quién es Claudia Sheinbaum, la científica y exalcaldesa de la capital que guiará el destino de México

Claudia Sheinbaum se convierte en la primera mujer en asumir la presidencia de México en sus más de 200 años de historia independiente con el compromiso de continuar las políticas de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.

La científica y exalcaldesa de Ciudad de México, de 62 años, que se identifica como de izquierda, llega al poder tras ganar decisivamente las elecciones generales de junio y desde el refugio de su mentor, López Obrador, a quien conoció hace más de dos décadas. .

Aunque no hay duda de su cercanía política con la líder popular mexicana, con quien comparte su manera de entender el papel del gobierno en la lucha contra la desigualdad, se la considera menos confrontativa y más apegada a los datos y la academia, algo que señaló. . incorpórelo a su gabinete para algunos investigadores y académicos.

ARCHIVO – La candidata presidencial del partido gobernante Claudia Sheinbaum, derecha, rodeada de confeti, en la ceremonia de cierre de campaña en el Zócalo, la plaza principal de la Ciudad de México, el 29 de mayo de 2024.

(Eduardo Verdugo/AP)

Sheinbaum podrá gobernar cómodamente, al menos en la primera mitad de su sexenio, dado que el partido gobernante Morena y sus fuerzas aliadas tendrán el control del Congreso hasta 2027 y la oposición fue diezmada en las últimas elecciones.

El nuevo presidente insistió enfatiza tu formación científica. Tiene un doctorado en Ingeniería Energética. Su hermano es físico. En una entrevista con Associated Press en 2023, proclamó: “Creo en la ciencia”.

Durante la pandemia de COVID-19, elegí abordarla de manera diferente a como lo hizo López Obrador a nivel nacional.

Si bien el gobierno federal ha minimizado las pruebas de coronavirus, la Ciudad de México ha ampliado su política de pruebas. Sheinbaum limitó las horas y condiciones laborales en las empresas a medida que el virus se propagaba rápidamente, aunque López Obrador quería evitar cualquier restricción que pudiera dañar la economía. También usó mascarilla en público y pidió distanciamiento social, algo que el expresidente insistió en no cumplir.

ARCHIVO - El candidato presidencial del partido gobernante

ARCHIVO – La candidata presidencial del partido gobernante, Claudia Sheinbaum, levanta el puño en señal de victoria mientras es transportada a un centro de votación para las elecciones generales en la Ciudad de México el 2 de junio de 2024.

(Eduardo Verdugo/AP)

La política también tiene un sólida formación de izquierdaante el movimiento nacionalista y populista de López Obrador.

Sus padres fueron destacados activistas del movimiento estudiantil mexicano de 1968, que terminó trágicamente con una masacre en la Plaza Tlatelolco de la Ciudad de México, pocos días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de ese año. Decenas de estudiantes y civiles murieron en un tiroteo entre soldados y agentes gubernamentales vestidos de civil. Según cifras oficiales, murieron alrededor de 25 personas, aunque algunos estiman que murieron al menos 350.

Sheinbaum es también el primer presidente de origen judío en un país predominantemente católico.

Pese a identificarse como progresista y proclamar en la campaña electoral que al llegar al poder luchará por reivindicar los derechos de las mujeres, la nueva presidenta ha administrado con reservas contra el aborto. También mantuvo distancia de los reclamos de cientos de “madres buscadoras” -como se conoce en el país a quienes buscan por su cuenta a sus hijos y familiares desaparecidos- que denunciaron el abandono del Estado ante una tragedia. de violencia, que suma más de 115 mil desaparecidos.

ARCHIVO - La candidata presidencial del partido gobernante Claudia Sheinbaum

ARCHIVO – La candidata presidencial del partido gobernante Claudia Sheinbaum antes de votar en las elecciones generales en la Ciudad de México el 2 de junio de 2024.

(Matías Delacroix/AP)

Muchos desafíos esperan a Sheinbaum durante los próximos seis años, pero el La violencia será una de las mayores.. La nueva presidenta se comprometió a mantener las políticas de seguridad de su predecesor y seguir dependiendo de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional. Asimismo, garantizó que preservará los programas sociales dirigidos a los jóvenes para evitar que sean reclutados por los cárteles.

En línea con las políticas de su antecesor, Sheinbaum ha mostrado abierto apoyo en las últimas semanas a un paquete de cambios constitucionales que López Obrador impulsó al final de su mandato, incluidas polémicas reformas a los poderes judicial y militar, recientemente aprobadas.

La iniciativa en materia judicial, que se produjo en medio de fuertes protestas de funcionarios judiciales, exige la elección por voto popular a partir del próximo año de más de 1.000 jueces. Con la reforma militar se formalizó el traspaso de la Guardia Nacional al control del ejército, lo que profundizó la militarización de la seguridad pública pese a los cuestionamientos de grupos humanitarios y expertos de Naciones Unidas.

Luego de la reciente ola de violencia en el noroccidental estado de Sinaloa, por disputas entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, la nueva presidenta ratificó su adhesión a la política de no enfrentamiento con grupos criminales que mantuvo López Obrador y anunció que presentará algunas iniciativas al Congreso para reformar las leyes de seguridad y crear un Sistema Nacional de Inteligencia e Investigación.

En materia de economía, también afirmó afinidades con su predecesor. Culpó a las políticas económicas neoliberales de condenar a millones de personas a la pobreza, prometió un fuerte estado de bienestar y elogió a la petrolera estatal mexicana Pemex, al tiempo que prometió aumentar el uso de energía limpia.

“Ser de izquierda tiene que ver con esto, con garantizar derechos mínimos para todos los habitantes”, dijo Sheinbaum a la AP el año pasado.

Pero, a diferencia de López Obrador, quien en varias ocasiones se ha visto involucrado en luchas públicas con representantes de otros poderes, como el judicial o el electoral, y los medios de comunicación, Sheinbaum hasta ahora se ha mostrado menos confrontativo o, al menos menos, más. selectivo en sus batallas.

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