Rick Astley rompe a llorar en el escenario y habla sobre traumas pasados ​​y depresión.

A lo largo de su carrera en la industria musical, Rick Astley ha pasado casi cuatro décadas compartiendo su amor por la música. Durante este tiempo lanzó nueve álbumes de estudio. Su último álbum, ¿Ya llegamos? Sólo se publicó el año pasado. Pero aunque Astley vendió millones de álbumes, eso no fue nada comparado con el éxito que siguió a su icónica canción “Never Gonna Give You Up”. Además de ser un éxito en la radio, la canción incluso dominó Internet y se convirtió en un meme. Aunque Astley estaba emocionado con el éxito que logró, recientemente admitió que sufría de depresión con respecto a su carrera.

“La música simplemente me salvó”

Durante un espectáculo el 16 de octubre en Liverpool, Inglaterra, la estrella de los 80 colapsado Habló ante una multitud de 1.500 personas sobre su infancia “poco convencional” y su difícil relación con sus padres.

Rick Astley, el cuarto de cinco hijos, explicó que su segundo hermano mayor murió de meningitis cuando el creador de éxitos era joven. La tragedia provocó el divorcio de sus padres cuando Astley tenía cinco años. Luego, los niños fueron criados por su padre, quien también tenía graves problemas de salud mental.

Un emocionado Astley admitió que todo lo que siempre quiso fue crecer con “normalidad”. “Never Gonna Give You Up” le dio el escape que necesitaba cuando llegó el momento el sencillo más vendido desde 1987.

Cuando llegaron las regalías, el gerente de un banco local invitó a Astley a una sucursal en Warrington para mostrarle cuánto dinero tenía en su cuenta. Alerta de spoiler: “Fue una cantidad estúpida, como ganar la lotería”, dijo en el escenario la estrella que ahora tiene 58 años.

“Y pensé que estaba salvo. La música simplemente me salvó”, dijo Astley a la multitud. “Nunca más tendré que volver a vivir así. Esta es mi vida ahora y puedo elegir lo que quiera”.

Rick Astley volvió a tener éxito

Aunque el éxito siguió al lanzamiento del éxito, la carrera de Astley pareció desacelerarse en los años 1990 y principios de los 2000. El cantante, que todavía produce música, no pudo capturar la misma magia que apareció con “Never Gonna Give You Up”. en conversación con El espejo diarioLa estrella explicó que la desaceleración de su carrera, junto con su relación con Lene Bausager, lo llevaron a tiempos oscuros.

Fue entonces cuando Astley decidió jubilarse y concentrarse en renovar su propiedad en Londres. Pero eso no funcionó porque él insistió: “Pasé tanto tiempo en la nueva casa que era casi como si Lene y yo hubiéramos roto. La terapia me ayudó a dejar de pensar demasiado y a ver las cosas de manera diferente… realmente nos ayudó a mí y a Lene”.

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Cuando aceptó la terapia, Astley descubrió que ésta no resolvía los problemas con los que estaba luchando, pero le brindaba las herramientas que podrían ayudarlo en el futuro. “Realmente no solucionó nada, pero me dio las herramientas para manejar mejor las cosas. Poco a poco, Lene y yo logramos cerrar la brecha y recuperar el equilibrio”.

En cuanto a la carrera de Astley, la cantante continúa actuando. En 2017, actuó con los Foo Fighters en el escenario del Summer Sonic Festival. Apenas dos años después volvió a actuar con Dave Grohl. Y apenas el año pasado, Astley superó un hito enorme cuando se le dio la oportunidad de actuar en el Festival de Glastonbury.

(Foto de Mike Lewis Photography/Redferns)



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