“Siempre soñé con dejar una huella en la historia, poner una foto en la pared del CT. Logré ganar el Campeonato Sudamericano en 2012 y después de mi regreso la Copa de Brasil, título con el que la afición realmente soñaba. Es un gran regalo, una alegría, escribir al menos una pequeña historia en el club. Estoy realizado en mi carrera, pero aún quedan lugares en el muro. Tengo tres años para luchar duro, no faltará dedicación para colgar nuevos cuadros”, continuó Lucas.