El Departamento de Transporte de los Estados Unidos ha impuesto una multa de 140 millones de dólares a la aerolínea Southwest debido al caos aeroportuario del año pasado. Durante ese período, la aerolínea canceló 16,900 vuelos, dejando a 2 millones de personas varadas durante las vacaciones de Navidad.

Esta multa, 30 veces mayor que las anteriores, es un recordatorio claro de las responsabilidades hacia los consumidores. Se suma a los 600 millones de dólares que Southwest ya tuvo que pagar en forma de compensación, proporcionando alojamiento, alimentos y transporte a los pasajeros afectados por las acciones del Departamento de Transporte.

La multa no solo representa una sanción monetaria, sino que también está destinada a compensar a los futuros pasajeros que puedan verse afectados por cancelaciones o retrasos de la aerolínea.

Southwest, una de las principales aerolíneas del país con una flota de 815 aviones y 80,000 empleados que cubren 121 destinos, se encuentra entre las cuatro grandes aerolíneas de Estados Unidos, junto con American Airlines, United y Delta.

El Departamento de Transporte enfatiza la naturaleza ejemplar de la sanción, destacando su intención de establecer un precedente. Esta multa pretende enviar un mensaje claro a las aerolíneas: si incumplen sus obligaciones con los pasajeros, se aplicará todo el peso de la autoridad para asegurar su rendición de cuentas. Es un llamado para que las aerolíneas eviten caos similares en el futuro.

Según el departamento, Southwest infringió tres derechos fundamentales de los consumidores: no brindó la asistencia adecuada, no comunicó las cancelaciones o retrasos con suficiente anticipación y no compensó a los afectados de manera oportuna y adecuada.